Soy de natural bastante solitario. A veces intento socializar, incluso intento imaginar algún sentimiento de pertenencia a una sociedad que comparte determinados valores. Luego me encuentro con los comentarios que mis congéneres escriben en los medios de prensa digitales. Es como asomarse a un abismo de mezquindad y podredumbre. No querría pertenecer a una sociedad así. Vuelvo a mi cueva, en la que cualquier persona de buen corazón encontrará algo para comer, algo para beber y algo para leer.